AVA-ASAJA también pide a la conselleria que destine fondos de la Generalitat
Valenciana a otros cultivos como uva, caqui, hortalizas, almendra o frutas de hueso.
La Asociación Valenciana de Agricultores
(AVA-ASAJA) solicita al Ministerio de Agricultura que destine una línea de ayudas
directas a los cítricos por la grave crisis de rentabilidad que atraviesan la inmensa
mayoría de los productores de naranjas y mandarinas.
El sector citrícola valenciano está ultimando una campaña “absolutamente
desastrosa”, puesto que mientras los costes de producción han subido más de un
30% interanual debido al encarecimiento de la energía eléctrica, los carburantes,
abonos o fitosanitarios, los precios en origen se han desplomado a la mitad respecto
al año pasado –situándose en la mayoría de variedades por debajo de costes– a
pesar de que las cotizaciones que pagan los consumidores se han mantenido
elevadas e incluso se han incrementado.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, alerta de que “el Gobierno
debe actuar de manera urgente porque es evidente que los mecanismos de
estabilización de mercado no están funcionando, la ley de la cadena alimentaria se
está incumpliendo flagrantemente y las importaciones foráneas, producidas en
estándares fitosanitarios y ambientales más laxos, están desplazando nuestros
cítricos en los mercados europeos. La guerra en Ucrania ha empeorado la situación pero no es en absoluto la única causa. Mientras haya producción propia con precios por los suelos, no habría de entrar ni una importación más. Necesitamos recuperar
la preferencia comunitaria, sacar la agricultura de las normas de Competencia y
reequilibrar de una vez por todas la cadena de valor. Pero sin todo eso, a corto plazo
la Administración tiene que aportar un apoyo de auxilio si no queremos ver como se multiplican los huertos abandonados”.
Aguado remarca que “el único eslabón que se encuentra en pérdidas es el de
la producción. Todos los demás que hablan últimamente de sus problemas pueden
repercutir la escalada de costes a sus márgenes y ganan dinero. El agricultor, por el contrario, recibe las migajas que quedan de la liquidación –ahora mismo alrededor
de 10 céntimos por kilo en naranjas– y no puede ni respirar. Una Administración
seria abriría una investigación para determinar qué está ocurriendo en el mercado
citrícola y al menos haría cumplir la ley para que todos los eslabones, incluido el
productor, tengan su beneficio”.
Por otra parte, a nivel autonómico AVA-ASAJA pide a la Conselleria de
Agricultura que apruebe otras ayudas con fondos propios de la Generalitat
Valenciana a toda clase de cultivos que igualmente sufren importantes pérdidas de rentabilidad, tales como caquis, hortalizas, uva para vino, frutas de hueso o almendras. Subraya AVA-ASAJA que la Comunitat Valenciana es “el farolillo rojo de España y posiblemente de Europa en tierras sin cultivar (cerca de 165.000
hectáreas, una de cada cinco), en envejecimiento de la población agraria y en falta jde relevo generacional. Hay que tomar medidas y hay que tomarlas ya. Los agricultores y ganaderos valencianos no podemos esperar más”.
Comentar